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VOLVER A VOLVER

Me gustan estas fotos remember que te recuerdan que el tiempo va pasando de manera inexorable..

Si algo he sabido siempre es que hay que hacer un continuo esfuerzo en vivir la vida, porque en el momento que desfalleces la vida tiende a vivirte a ti.

Miro esta foto y veo a un tipo al que me cuesta reconocer. Ahora ya no me atrevería a llevar unos pantalones tan azules, y ETA, de la que hablaba en aquel monólogo, es un mal sueño del que nos hemos despertado sin mirarnos todavía al espejo.

Entre esta imagen y lo que soy ahora hay un cambio de ciudad, un cambio de modelo de vida, un hijo maravilloso, un buen puñado de proyectos que tuvieron dispar suerte, cientos de libros leídos que me han hecho más sabio o más ingenuo, miles de kilómetros en busca de risas, muchas noches en vela, muertes, despedidas que se alargaron más de lo innecesario, bienvenidas a personas que pasaban por aquí casualmente y se quedaron para siempre en mi, alegrías, ataques de pánico que me han enseñado a descansar, estrellas fugaces, dioses y demonios.

Hace unos años tuve un blog, cuando se llevaban los blogs, en la página de Comedy Central. Me gustaba escribir de madrugada sobre cualquier cosa, más allá de los likes de las redes sociales, los RT y todos esos reforzadores del ego que nos has esclavizado el aquí y el ahora.

Siento, a diferencia que con las redes, que un post es como lanzar una botella al mar. Me gusta esa sensación. Al fin y al cabo es a lo que me dedico, escribo desde el más absoluto desconocimiento de si algo va a gustar o no.

Como dice Sabina «Ya no cierro los bares, ni hago tantos excesos, cada vez son más tristes las canciones de amor», y aún así -digo yo- reabro un blog y vuelvo a volver.